En relación con medidas de
protección de los derechos sindicales en el marco de la implementación del
Tratado de Libre Comercio.
Colaboración de Jorge
Castellanos
Los presidente de EEUU y Colombia celebrando el tratado comercial entre las partes |
Miguel Conde, fiscal general
del local de Puerto Wilches del sindicato colombiano SINTRAINAGRO, que habló en
el panel, explicó que la situación actual en Colombia hace muy difícil que los trabajadores se asocien
libremente para negociar mejores condiciones de trabajo. “Debido a
restricciones legales, intimidación de grupos armados y el surgimiento de las
cooperativas ilegales, ahora es más fácil formar un grupo guerrillero que un sindicato
en Colombia", dijo el líder sindicalista.
Los participantes del panel
también dieron a conocer un informe de la AFL-CIO que detalla la falta de
progreso en materia de seguridad y respeto a los derechos laborales en
Colombia. El informe destacó los pasos necesarios para abordar las deficiencias
del PAL para garantizar la seguridad de los sindicalistas colombianos.
“Hasta ahora, el PAL no ha
logrado cumplir el objetivo de tomar medidas enérgicas contra las cooperativas
ilegales y otras formas de subcontratación para que así los trabajadores puedan
ser contratados directamente por los empleadores y puedan ejercer sus derechos
fundamentales a la libertad de asociación, organización y negociación
colectiva”, declaró Celeste Drake, especialista en política de intercambio
comercial de la AFL-CIO. “En lugar de que los gobiernos de Estados Unidos o
Colombia declaren la victoria, la AFL-CIO insta a ambos gobiernos a comprometer
los considerables recursos y la intensa voluntad política necesarios para
garantizar que los cambios prometidos se hagan realidad”.
Los participantes repitieron
lo que los sindicatos colombianos, las ONGs y el movimiento laboral
internacional ya han dejado en claro: El PAL no ha logrado un impacto positivo
en las relaciones laborales colombianas para justificar la entrada a un acuerdo
comercial bilateral. Sin embargo, ahora que éste ya está en vigor, aquellos que
se preocupan de los derechos laborales en Colombia, solo tienen una opción:
redoblar los esfuerzos para hacer que el PAL funcione. La magnitud de los
cambios que se necesitan significa que la implementación será un proceso que
durará varios años.
“Los Presidentes Obama y
Santos otorgaron a las compañías multinacionales y a los intereses comerciales
su TLC”, señaló Gimena Sánchez-Garzoli, asociada principal para Colombia y los
Andes de WOLA. “Ellos también deben cumplir con la promesa que hicieron a los
trabajadores de implementar completamente el Plan de Acción Laboral entre los
Estados Unidos y Colombia. Parar la violencia en contra de los sindicalistas,
la justicia para más de 2,600 casos de asesinatos de sindicalistas y el
desmantelamiento de contratistas externos, no solo son importantes para los
trabajadores colombianos, sino también son clave para una relación económica justa
entre los Estados Unidos y Colombia”.
Colombia continúa siendo una
de las naciones más peligrosas en el mundo para sindicalistas. Solamente el año
pasado fueron asesinados 30 sindicalistas por sus actividades sindicales. En lo
que va del 2012, ya han sido asesinados 11 sindicalistas. Jhonsson Torres, uno
de los sindicalistas que ha sido directamente afectado por la violencia, es uno
de los miembros fundadores del sindicato de cortadores de caña (SINALCORTEROS)
y, durante el panel, enfatizó la falta de protección y las constantes
violaciones de derechos humanos, incluso después de que el PAL entrara en
vigencia.
“Después de una exitosa huelga
de dos meses en donde pudimos mejorar las condiciones laborales, el gobierno
colombiano impuso cargos de conspiración a nosotros y a nuestros aliados”,
indicó Torres. “El 27 de abril, el secretario general de nuestro sindicato,
Daniel Aguirre, fue asesinado. Los culpables todavía no han sido encontrados.
Hace algunos meses, yo recibí amenazas de muerte. Nuestro gobierno, al entrar
en vigencia el tratado comercial, nos dijo que mejoraría nuestra seguridad.
Todavía temo por mi vida y la seguridad de mis seres queridos”.
Drake insistió que el
Ministerio de Trabajo de Colombia haga cumplir de una forma efectiva y constate
el PAL sin más retrasos.
“La implementación del tratado
de libre comercio entre los Estados Unidos y Colombia no debe ser el final de
la historia de los derechos laborales en Colombia, más bien deber ser el
comienzo”, indicó.