Bucaramanga, enero 14 de 2015.-
Un alto porcentaje de vehículos fue detectado causando contaminación con monóxido de carbono en el Área Metropolitana.
Según un trabajo realizado por
la AMB, 63 de los 133 vehículos
sometidos a control de emisión de gases durante los últimos dos meses y medio
del año 2014, fueron sorprendidos contaminando el medio ambiente.
Esta es la principal conclusión
que se obtiene tras el informe oficial revelado por el grupo de Fuentes Móviles
de la Subdirección Ambiental del AMB, en el que se evidencia la realización de
60 operativos de control a las emisiones, en los que se aplicaron los
lineamientos y metodologías planteadas en las normas NTC 4983, NTC 4231,
NTC5365, y la resolución 0910 de 2008, al igual que los preceptos exigidos por
el Protocolo del IDEAM.
La directora del Área
Metropolitana, Consuelo Ordóñez de Rincón, dijo que a la entidad a su cargo le compete
ejercer el control de las emisiones vehiculares para
mejorar la calidad del aire y reducir los índices de contaminación producidas
por los vehículos automotores.
Las diligencias oficiales
soportadas en vehículos y equipos dotados con tecnología de punta, se
adelantaron en los cuatro municipios del área metropolitana y se distribuyeron
de la siguiente manera: en Bucaramanga: 24,
en Floridablanca: 12, en Piedecuesta: 12 y en Girón: 12.
En síntesis, se verificaron
las emisiones contaminantes a 133 vehículos a gasolina, de los cuales 70
vehículos (53%) fueron aprobados y 63 (47%) fueron rechazados.
Hidrocarburos y oxígeno, los principales contaminantes
El reporte del Grupo de
Fuentes móviles de la Subdirección Ambiental señala que, aunque existen
contaminantes tóxicos muy nocivos para la salud como el monóxido de carbono, el
dióxido de carbono y los óxidos de nitrógeno, se llega a la conclusión que los
hidrocarburos no quemados y el oxígeno, son los parámetros para analizadores
que más superan los automóviles sometidos a los análisis por parte de la
Autoridad respectiva.
Modelos antiguos, los que más se rajan
Como era de esperarse, los
vehículos de modelo más antiguo son los que más dificultades presentaron a la
hora del control de emisión de gases.
Por ejemplo, tres incluidos en
el rango de 1971 a 1975, perdieron la prueba, o sea el 100%, mientras que
cuatro de los cinco incorporados en el rango de 1970 y anteriores, tampoco
pasaron las pruebas.
Llama la atención, el alto
porcentaje obtenido por automotores de modelos entre 1986 y 1990 (65%) y los
correspondientes al rango 1991- 1995 (47%) y 2001 y 2005 (44%). Ver tabla.
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35% de las motos también se quedaron
Durante los 60 operativos, los
funcionarios del AMB también sometieron a pruebas de control de emisión de
gases a un total de 118 motocicletas (117 4 tiempos y una 2 tiempos).
El 35% de los estos
velocípedos (35%) no superaron el análisis y se destaca que el parámetro que
más se supera es el monóxido de carbono (71%). Ver tabla.
Por modelo, paradójicamente
las motocicletas de modelos más recientes, son las que más superan la norma,
pues de las 118 revisadas, 68 corresponden al rango 2011-2015 y de ellas un
total de 23 reprobaron la revisión.
Trabajo coordinado
Las acciones lideradas por La
Subdirección Ambiental del Área Metropolitana de Bucaramanga, se han adelantado
en conjunto con la Policía Ambiental y la Autoridades de Tránsito Municipal.
Los operativos de control en los Municipios de la jurisdicción para verificar
el estado de las fuentes móviles fue practicado a vehículos, motocicletas,
buses y camiones).
Para ello se dispone de una
Unidad Móvil dotada con un analizador de gases para realizar la prueba a los
vehículos ciclo OTTO, y para motocicletas cuatro (4) tiempos, un analizador de
gases para realizar la prueba de emisiones contaminantes a motocicletas dos (2)
tiempos y un opacímetro para medir la contaminación (Opacidad) generada por los
vehículos en cuyos motores se usa como combustible el Aceite Combustible Para
Motor (ACPM).
Las fuentes móviles aportan
aproximadamente el 70% de la carga contaminante al aire en el AMB, hecho que ha
obligado a la Subdirección Ambiental a desarrollar programas tendientes al
control, reducción y mitigación del impacto producido por las excesivas
emisiones de material Particulado para el caso de los vehículos que utilizan
combustible diésel, así como de monóxido de Carbono (CO) e hidrocarburos para
el caso de automotores a gasolina y GNV. Fuente: Prensa del Área Metropolitana
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