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Perspectivas agrarias en Colombia con el TLC: Presidente Santos

El presidente Juan Manuel Santos en  Cenfer durante la
instalación del congreso de Fedepalma que delibera en la
capital de Santander. Foto: Casa de Nariño
Bucaramanga.- El presidente de la república Juan Manuel Santos, hizo varios anuncios durante la instalación del congreso de la Federación de palmicultores realizada anoche en la capital de Santander.
El mandatario se refirió a las perspectivas que tiene el sector agrícola, por ejemplo con la palma de aeite, con la puesta en marcha del TLC.
El jefe del estado habló de este y otros temas:
Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la Asamblea Anual de Fedepalma
Bucaramanga, 30 may (SIG). "Me alegra mucho estar hoy con ustedes en esta Asamblea porque el sector de la palma de aceite es un modelo de responsabilidad empresarial para el país.
Éste no solo es un buen negocio, sino una oportunidad de vida para miles de familias que basan sus ingresos en esta cadena.
La palma de aceite se cultiva dentro de la frontera agrícola colombiana –con adecuado manejo ambiental–, y contribuye así a la conservación de la biodiversidad.
Por sus mismas características, requiere de menos extensión de tierra para producir la misma cantidad de aceite que otras plantas.
Además, el aceite de palma es materia prima para la producción de biodiesel, lo que significa menos gases de efecto invernadero.
¡Qué bueno, además, venir hoy, cuando Fedepalma celebra su primeros 50 años trabajando por los cultivadores y por el país!
Muchas felicitaciones en este medio siglo de vida y muchos éxitos hacia el futuro.
Cumplidas las metas en sector de la palma
No nos equivocamos en el Gobierno cuando incluimos a la palma de aceite y a sus productos derivados como uno de los cuatro sectores de la llamada 'Ola Agro', en el Programa de Transformación Productiva.
Saluda a directivos de la Federación de palmicultores
Este es un sector que ha venido superando la gran mayoría de las metas contempladas en su plan de negocios.
Teníamos previsto llegar, el año pasado, a un área sembrada de 426 mil hectáreas y se cumplió el objetivo, superando en más de 20 mil nuevas hectáreas el área cultivada en el 2010.
Se preveía producir 857 mil toneladas de aceite crudo de palma y llegamos a 941 mil toneladas –la cifra más alta de producción en una década–.
¡Y qué decir de las exportaciones! Pasamos de vender 83 millones de dólares en aceite de palma –en 2010– a 191 millones de dólares –en 2011–. Es decir, aumentaron un 130 por ciento.
Sumando las exportaciones de todos los productos derivados de la palma, pasamos de vender 124 millones de dólares –en 2010– a 271 millones –en 2011–, un aumento del 117 por ciento.
Y este año las cifras siguen en ascenso: en el primer trimestre las ventas internas de aceite de palma crecieron 10 por ciento con respecto al mismo trimestre del año pasado y las exportaciones aumentaron más de 8 por ciento.
En materia de empleo hemos cumplido con los objetivos propuestos y el año pasado casi 60 mil personas trabajaron directamente con este sector –además de otros 70 mil empleos indirectos generados–.
Éstas son más que cifras, porque estamos hablando de miles de colombianos que están llevando ingresos a sus hogares.
Estamos hablando de miles de familias con más oportunidades de seguir prosperando.
Ustedes hacen una contribución social enorme, además, porque 6 mil palmicultores –de un total de casi 8 mil– son pequeños productores.
A lo largo del territorio hay más de 100 alianzas en las que participan 6.500 familias.
Y no solo eso: la palma de aceite se ha convertido en una gran oportunidad de vida para poblaciones vulnerables.
Están, por ejemplo, los casos de las alianzas productivas en María La Baja –en Bolívar–, donde se generan cerca de 6 mil empleos directos e indirectos.
Allá estuve a principios de este mes, antes de mi viaje al Asia, lo que significó que acabé volando, prácticamente, de María La Baja hasta Singapur.
Y lo hice porque estamos muy interesados en replicar esos modelos de desarrollo, no solo para el cultivo de palma, sino también para otras cadenas productivas.
En esa zona hacían presencia todos los actores armados y muchos eran escépticos sobre su futuro, pero hoy –luego de una alianza entre empresarios y campesinos– es la región palmera más productiva del país y una de las más productivas del mundo.
A mí me alegra mucho –y los felicito de corazón– por la comunicación fluida que tienen los palmicultores y la Policía.
Sé que están trabajando en la cofinanciación de dos fuertes de carabineros –uno en Puerto Wilches y otro en Tumaco– por valor de 9 mil millones de pesos.
Perseverar en seguridad
Eso es un magnífico ejemplo de cooperación y de compromiso del sector privado con la seguridad de Colombia.
Ustedes entienden –como nosotros– que la seguridad es la base de la Prosperidad que ya ha empezado a germinar en Colombia.
Ese sigue siendo un asunto prioritario para este gobierno y así lo reiteré ante nuestra fuerza pública la semana pasada.
La orden es 'perseverar, mantener el rumbo y no bajar la guardia', combatiendo a los delincuentes de todas las calañas y a las alianzas criminales de todo tipo, en cada centímetro del territorio nacional.
En medio de las naturales dificultades de un conflicto –como el que hemos sufrido durante casi medio siglo– hemos tenido avances fundamentales, estructurales, que ustedes mismos han sentido.
Hoy tenemos el índice más bajo de homicidios en los últimos 27 años y el más bajo de secuestros en la última década.
Las neutralizaciones de las FARC, en lo corrido del año, han aumentado como nunca: 39 por ciento las bajas y 72 por ciento las capturas.
Y miren esto: hay 44 mil presos más en nuestras cárceles. ¡44 mil!
¡Que nadie dude de la decisión de este gobierno y de la fuerza pública de afianzar la seguridad, porque los resultados están ahí para demostrar nuestra determinación y nuestro compromiso!
Justicia penal militar
Por lo mismo –porque entendemos y valoramos el heroísmo de nuestros soldados y policías– estamos liderando una reforma de la mayor importancia para fortalecer la Justicia Penal Militar.
Y esa idea NO se nos ocurrió hoy, ni responde a presiones de nadie, sino que es resultado de una íntima convicción.
Yo mismo, como Ministro de Defensa, ya había impulsado una reforma de la Justicia Penal Militar en el Congreso pero –infortunadamente– la dejamos caer en el último de los ocho debates.
La iniciativa que hoy está en trámite –y que ya fue aprobada en tercer debate– tiene el objetivo de darles garantías judiciales a nuestras Fuerzas Armadas en el cumplimiento de su deber.
Y eso no significará impunidad, sino todo lo contrario: mayor credibilidad de la Justicia Penal Militar.
Nuestro compromiso es con nuestros valientes uniformados, y el mensaje –claro e inequívoco– es que NO los dejaremos solos.
Nuestros soldados y policías han sido artífices de la Prosperidad, de las grandes reformas sociales que hemos emprendido.
Casi un millón de hectáreas formalizadas
Ellos también han sido benefactores del campo y serán garantes de la aplicación de la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras.

Las más de 14 mil solicitudes de restitución que hasta la fecha hemos recibido, que cubren más o menos un millón de hectáreas, vienen de parte de colombianos que antes no se atrevían ni siquiera a reclamar. Y creo que ese es un gran paso hacia la reconciliación del país.
Nosotros tenemos que reconciliarnos. No podemos seguir viviendo de herida en herida. Eso no tiene lógica, no es posible.
Los primeros fallos de esas reclamaciones deberán proferirse, me dice el Ministro de Agricultura –porque el sistema ya está en marcha–, en los próximos meses.
¿Quién va a proferir esos fallos? Unos jueces agrarios, en cumplimiento además de una obligación que todos tenemos. ¿Cómo no va a ser justo devolverles a las personas que realmente fueron despojadas a la fuerza, por la violencia, sus tierras? Es lo más justo, es lo mínimo que podemos hacer como sociedad, como una democracia que se pueda calificar de democracia decente.
Y esto, sumado a las más de 900 mil, casi un millón de hectáreas, que durante este Gobierno hemos formalizado, eso está generando un cambio hacia una mayor equidad en nuestro campo, que ha sido fuente de conflicto durante tantos años.
Y digo que casi un millón de hectáreas que hemos formalizado y no estamos diciendo que hemos restituido ese millón de hectáreas –aunque el doctor Juan Camilo (Restrepo) me acaba de dar una cifra, predio por predio, que suman cerca de 18 mil, casi 19 mil hectáreas que hemos restituido por la vía administrativa– simplemente para que no utilicen las cifras en forma torcida para producir algunos dividendos políticos. Pero les estamos dando títulos a los campesinos.
Y estos esfuerzos jamás podrán considerarse como 'tiempo perdido'.
Todo lo contrario. ¡Es un tiempo ganado para que sea Colombia un país más justo, es un tiempo ganado para la reconciliación del país!
En todo caso –y quero que esto quede también absoluta y totalmente claro–, los agricultores honestos y los empresarios de bien pueden estar tranquillos, porque nada de esto ha sido ni será excusa para afectar a los dueños y poseedores de tierras que han actuado de buena fe.
Alianzas productivas en palma
Es más, para mí ha sido muy gratificante encontrar a unos empresarios comprometidos con el campo y con sus habitantes.
Hace unas semanas estuvimos en Sabana de Torres –aquí, en Santander–, en donde fui testigo de un fabuloso proyecto de inclusión social, liderado por el sector privado.
En Sabana de Torres, Indupalma les entregó los títulos de propiedad de más de 2.200 hectáreas a 150 campesinos que cultivan palma africana.

Eso no fue un regalo, sino algo mucho mejor: fue un negocio gana-gana para todos los involucrados.
Lo que hizo Indupalma fue reunir a los campesinos para que trabajaran unidos; y luego hablaron con los bancos para que prestaran la plata –con la garantía de la tierra y el compromiso de Indupalma de comprar la producción–.
No me extraña que Santander sea pionero en este tipo de proyectos, porque esta es una de las regiones que más se beneficia del cultivo de la palma.
En el país hay 116 alianzas y asociaciones, y 32 de ellas son de Santander.
Del total de área sembrada con palma, el 16 por ciento está en Santander –y en relación con la producción nacional de aceite, este departamento tiene el mismo porcentaje–.
Ahora bien, quiero hacer énfasis en la importancia de mirar el sector como una cadena integrada y competitiva.
El potencial de convertirse en un sector de clase mundial es de toda la cadena –cultivadores, extractores y agroindustriales–.
Queremos que cada eslabón sea sostenible y –en ese sentido– es muy importante que los palmicultores sean proveedores competitivos de la cadena agroindustrial.
Por esta razón, creemos que es importante revisar los instrumentos de política comercial del sector, como por ejemplo el Fondo de Estabilización de Precios de la palma.
Hemos decidido que se discuta este tema –bajo el marco del Programa de Transformación Productiva–, de manera que se tengan en cuenta a todos los integrantes de la cadena.
No queremos que por ayudar a unos, perjudiquemos a otros.
Al contrario, queremos una cadena integrada y competitiva donde todos los eslabones compartan los beneficios.
La idea es que, tanto los cultivadores de la palma como los industriales del sector, lleguen a una 'visión compartida' sobre asuntos como el Fondo de Estabilización de Precios.
Y, a partir las conclusiones que ustedes saquen, el Gobierno nacional tomará una decisión al respecto.
Eso vamos a tratarlo sin fundamentalismos y aplicando un concepto –el de la Tercera Vía– que siempre me ha parecido ideal: 'El mercado hasta donde sea posible y el Estado hasta donde sea necesario'.
Tenemos, sin duda, una industria sólida que aprovecha muy bien las inmensas oportunidades comerciales.
Retos y oportunidades en biocombustibles
En el mercado interno, por ejemplo, el 41 por ciento de la producción de aceite de palma se destinó, el año pasado, a la mezcla de biodiesel.
Esa es la mejor demostración de cómo Colombia apoya el círculo virtuoso de los biocombustibles, donde no solo se generan ingresos en zonas rurales, sino que –al mismo tiempo– avanzamos hacia una era de fuentes de energía alternativas.
Hoy el promedio nacional de la mezcla de biodiesel es del 8 por ciento, ustedes lo saben mejor que yo.
Estamos estudiando y tenemos intenciones de ver cómo podemos elevar ese porcentaje a niveles bastante más altos.
Eso lo haremos siempre y cuando tengamos una política de precios que ofrezca los incentivos adecuados, sin imponer una carga excesivamente alta sobre los transportadores que utilizan diesel.
Además –claro– tenemos que asegurarnos de que estas mezclas sean viables desde un punto de vista ambiental y técnico –para el parque automotor–.
Pero el hecho es que estamos trabajando en el tema. Creo que es un tema donde la concertación es importantísima, tenemos que dar las señales correctas.
Ayer estaba yo en Barranquilla, allá estaba con el doctor (Carlos) Murgas, sobre otro tema completamente diferente, estábamos hablando sobre toda la producción de gas y las fuentes alternativas. Y discutimos lo importante que es, desde muchos años antes, dar las señales correctas a la industria, para que sepan para dónde va y tener una regulación que sea justa, adecuada y que se vaya, además, adaptando a las nuevas circunstancias sin generar cambios en las reglas fundamentales de juego. Eso es lo que los inversionistas y todos los empresarios más quieren.
En todo caso, por donde se vea, ésta es una industria que va en ascenso. Y yo creo que más ahora que estamos estrenando Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, en donde yo considero que hay un enorme, enorme, mercado por explotar.
Ustedes mismos han entendido este acuerdo comercial como un asunto de RETOS y de OPORTUNIDADES, y eso demuestra su visión y su capacidad de adaptación a las nuevas realidades.
En materia de oportunidades, nuestros productos de palma de aceite –y sus derivados– ahora tienen acceso permanente y preferencial a Estados Unidos.
Además, allí se está reduciendo la oferta de aceite de soya –la principal competencia del aceite de palma–, al tiempo que Asia ha desacelerado su producción de aceite de palma, lo que nos deja a nosotros un mercado más amplio.
Tan solo las características propias del aceite de palma ya nos dan una ventaja sobre otros aceites.
Y no solo hablo en términos productivos, sino también en beneficios para la salud y para el medio ambiente –como es el caso de los detergentes biodegradables que ya producimos–.
Precisamente, otra de las oportunidades consiste en que ustedes son una industria comprometida con la producción sostenible –en términos ambientales y sociales–.
Y esa es una exigencia que cada día cobra mayor relevancia tanto en Estados Unidos como en los mercados europeos.
Esa es una oportunidad que se convierte en un reto, porque los productores deben certificarse en producción de 'aceite de palma SOSTENIBLE', con estándares internacionales, y sé que ustedes –en Fedepalma– ya trabajan en ese sentido.
Ahí tenemos un elemento diferenciador y le llevamos una gran ventaja a la competencia, porque somos –nada más y nada menos– el primer productor latinoamericano de aceite de palma.
Biodiesel y TLC
En el tema específico de las exportaciones de biodiesel, dentro del marco del TLC con Estados Unidos, estamos trabajando para que éste tenga todo el acceso.
Con ese propósito, el Ministerio de Minas y Energía envió una petición a la Agencia de Protección Ambiental de dicho país, solicitando que se tengan en cuenta los resultados del estudio de ciclo de vida de los biocombustibles, contratado con recursos del BID, en el cual se estableció la alta sostenibilidad ambiental y social de nuestro biodiesel.
Y déjenme decirles algo de lo que deben ser conscientes.
El sector de la palma de aceite y sus derivados es uno de los que más ha aprovechado los recursos del Ministerio de Agricultura que –reitero– no sólo se dedica a la restitución de tierras sino, en gran medida, a apoyarlos a ustedes.
A través del Programa Desarrollo Rural con Equidad, en lo corrido de nuestro gobierno se han apalancado créditos para el sector palmicultor por más de 140 mil millones de pesos –lo que equivale al 7 por ciento del total de créditos–.
Eso ha significado que el Ministerio les ha entregado apoyos por más de 67 mil millones de pesos, que es el 11 por ciento del total de los apoyos entregados –ya sea por el Incentivo a la Capitalización Rural o por el subsidio a la tasa de interés en los créditos–.

Y, además de todo esto, Finagro aumentó en un 63 por ciento el monto de los créditos para la palma –de 172 mil millones de pesos, en 2010, a 280 mil millones de pesos el año pasado–.
A lo anterior súmenle los instrumentos financieros especiales que pusimos en marcha por cuenta de la ola invernal, como los alivios para el redescuento de créditos, la reducción en tasas de interés y el abono al capital de las deudas –por casi 15 mil millones de pesos para los palmicultores–.
El gran total de la cartera acumulada al mes de abril –tan solo para la renovación, siembra y sostenimiento de palma– asciende a más de 740 mil millones de pesos, lo que demuestra la magnitud de lo que se está financiando tan solo en este sector.
El problema del cogollo
Y de otra parte entendemos y entiendo perfectamente –y eso lo venimos oyendo desde hace rato– su preocupación con esa enfermedad, la pudrición del cogollo.
Sé que en Tumaco ha sido devastadora y que aquí en Santander está haciendo estragos.
Ahí lo que podemos decir es que en lo que podamos ayudar estamos listos. Sabemos que esa es una de esas circunstancias donde hay que hacer lo que es posible y eso se suma a todos los incentivos que yo acabo de mencionar, porque ahí también vamos a hacer un esfuerzo grande.
Desde esta semana, tengo entendido, está funcionando la línea de 'línea de reconversión productiva', que con recursos de Finagro, va a estimular y apoyar la siembra y la renovación de cultivos, sobre todo los afectados por esta pudrición de cogollo–.
Antes, el Ministerio de Agricultura les venía reconociendo un incentivo a los pequeños productores –un estímulo de éxito– de unos 3 millones de pesos por cada hectárea cultivada o renovada.
Ahora, en este mismo momento, los pequeños palmicultores que renueven sus cultivos o que simplemente siembren unos nuevos –con variedades resistentes a las enfermedades– recibirán un incentivo de hasta 5 millones de pesos por cada hectárea.
Esta medida no solo va beneficiar a los afectados por la pudrición de cogollo, sino a cualquiera de los pequeños palmicultores que siembre cultivos con las nuevas variedades de palma.
Estamos cumpliendo con el campo
Ahí, estamos cumpliendo.
Y estamos cumpliendo con el campo colombiano en general.
Sabemos y entendemos que falta muchísimo, sabemos que tienen muchos problemas, pero creo que tampoco se puede desconocer el avance que representa haber pasado por ejemplo –y esa es una realidad, las cifras están ahí, no es un invento–, teníamos un crecimiento negativo del sector agropecuario en el año 2008, el año 2009, ahora tenemos un crecimiento positivo en los últimos dos años.
El año 2011 alcanzó el crecimiento a ser del 2.2 por ciento. Sé que está por debajo del promedio nacional, pero por lo menos comenzamos a crecer. Y eso que el sector cafetero, que tanto pesa, pues ha sido muy golpeado. Ha sido muy golpeado por el invierno, ha sido muy golpeado por la roya y entonces se decidió también hacer un gran esfuerzo de renovación, el más grande que se ha hecho, yo creo que en la historia de la Federación de Cafeteros y yo he trabajado en esa Federación hace muchísimos años y eso pues ha afectado la producción agropecuaria.
Y a pesar de eso, el sector creció; creció 2.2 por ciento. Y ni qué decir de las exportaciones, las exportaciones agropecuarias, que el año pasado crecieron más del 31 por ciento con respecto al año 2010.
Ahí están los resultados de una política agropecuaria que sí, ha sido un poco ambiciosa, que tiene otros elementos en la agenda, pero que creo que ha sido coherente y tenemos que seguir aplicando y mejorando todos los instrumentos, porque estoy de acuerdo, no podemos concentrarnos en una actividad y descuidar, ahí si como dicen la 'gallina de los huevos de oro', que es la producción, que es el desarrollo. En eso estamos totalmente consientes y de acuerdo.
La revaluación
Ahora bien, su preocupación por otro fenómeno que también los afecta a ustedes, afecta a los cafeteros, afecta al sector agropecuario en general. Es la revaluación. Ahí déjenme decirles que hacemos todo o que está a nuestro alcance y hasta donde podemos actuar.
El año pasado dispusimos en el sector agropecuario de casi 50 mil millones de pesos a manera de coberturas cambiarias para el sector agroexportador –y este año está contemplada otra partida que llega a los 35 mil millones de pesos–.
A nivel macro, realizamos un Plan Financiero consistente para este año, en el que no estamos haciendo ninguna monetización, y el Banco de la República viene haciendo compras diarias, todos los días 20 millones de dólares para aumentar el nivel de las reservas y contrarrestar esa tendencia revaluacionista que afortunadamente en las últimas semanas ha venido en cierta forma corrigiéndose.
Y no olviden que reabrimos el mercado que sé que es incierto pero ahí están, que el mercado con Venezuela –donde nos habían impuesto una salvaguardia para la palma– y suscribimos un acuerdo, en los primeros meses del año, con el que logramos que nuestro aceite de palma tuviera libre acceso, es decir, con cero arancel, al país vecino.
Competitividad e infraestructura
En materia de competitividad, yo creo que ya los esfuerzos que se están haciendo han venido fortaleciendo Corpoica. Y ahora por primera Corpoica y Cenipalma están trabajando en una agenda única de investigación, de innovación, de desarrollo.
Y los estimulo para que de pronto en algunos de los departamentos que tienen una producción importante de palma, accedan a los recursos de las regalías para la investigación. Ahí hay una oportunidad de conseguir recursos adicionales.
Y también entendemos, y entendemos muchísimo, la preocupación por el rezago en algo tan importante como es la infraestructura y su inevitable impacto en la competitividad.
Pero ahí también creo que estamos avanzando y muy bien. Además de invertir unos recursos muy importantes en dragado de puertos en Buenaventura, en Cartagena, en Ciénaga, les estamos apostando a los corredores fluviales. Creo que ya ustedes tuvieron una conversación muy larga con el nuevo Ministro de Transporte (Miguel Peñaloza).
El río Magdalena. Ese sueño de Bolívar, convertir el río en una gran arteria. Ahí ya se están adelantando cuatro contratos para mejorar la navegación del río a lo largo de los 800 kilómetros. Ya Cormagdalena tiene los diseños fase 3 para encauzar el tramo entre Barrancabermeja, aquí en Santander, y Puerto Salgar.
Esta obra, que yo he considerado como una de las obras banderas que quisiera dejarle al país, pues es muy importante por muchas razones, pero sobre todo porque va a aumentar la capacidad de navegabilidad y aumentar enormemente la competitividad, porque por cada convoy que tiene –más o menos un convoy puede tener 7 mil o 7 mil 200 toneladas–, eso equivale a la carga de 230 tractomulas.
En nuestro reciente viaje a China firmamos un memorando de entendimiento con Hydrochina, tal vez la empresa más grande del mundo que se especializa en la navegación y recuperación de los ríos; que también genera energía.
Y ya ahí se sentaron las bases de una asociación público-privada. Ellos ya vienen adelantando un estudio muy importante para poder recuperar el río en su totalidad. Y yo creo que ese sería un gran paso –que ya está en marcha– para aumentar la competitividad del país; no solamente de los palmicultores sino del país en general.
El río Meta, es otra de las posibilidades de usar los ríos en nuestro transporte multimodal Ahí ya se contrató la actualización de los estudios para ver cómo se mejora la navegabilidad. Se han invertido cerca de 7 mil millones de pesos, se han hecho algunos dragados de mantenimiento y algunas obras de encauzamiento en muchos puntos críticos, cerca de 80. Pero ahí también tenemos grandes aspiraciones y grandes ambiciones.
Con Brasil y con Venezuela hemos considerado que la navegabilidad del río Meta, para desembocar en el Orinoco, eso es una oportunidad para los tres países.
Estamos empeñados en hacer un proyecto los tres países y yo creo que eso, más la carretera que estamos diseñando en la altillanura, pues va a ser un paso importantísimo que va a beneficiar a muchos de los que hoy están pensando con visión de futuro en esa zona del país.
En materia vial hemos hecho también un gran esfuerzo y creo que tenemos ya avances concretos.
El mismo día que entró en vigencia el TLC, el mismo día, presentamos al país un paquete de licitaciones que ya se adjudicaron –no eran ni siquiera licitaciones que se iban a adjudicar, adjudicadas–, a los llamados Corredores de la Prosperidad. O también se conocen como 'las vías del TLC. Son 16 corredores, son corredores estratégicos, que incluyen la pavimentación de cerca de 720 kilómetros, 34 puentes, 4 túneles y 36 kilómetros de vías nuevas.
Ahí quedaron contempladas obras de importancia para este departamento. La pavimentación de la vía Cimitarra-Landázuri, la vía Palmera-Presidente, por un valor casi de un poco más de 200 mil millones de pesos.
Eso, sumado a la ampliación de contratos que ya existían, pero que se habían dejado a medio hacer o habían estado desfinanciados, nos da un total de 3.6 billones de pesos de inversiones, solamente en las vías del TLC.
Seguimos avanzando en la firma de convenios con autoridades locales para mejorar las vías terciarias. Vamos a invertir 400 mil millones de pesos, que ya se están afinando los contratos para desembolsarlos. Y estamos dando los pasos en la dirección correcta y también tenemos unas grandes ambiciones en materia de concesiones.
Creo que el Ministro les debió más o menos hacer un panorama sobre cuál es el país que queremos dejar en materia de vías y en materia de transporte multimodal. Es un país muy diferente al país que teníamos o que inclusive, tenemos hoy, muy diferente; un país conectado por todos lados.
Y en este camino, ustedes pues son una gran motivación para seguir trabajando, porque creo que lo que ustedes han hecho, de convertirse en un sector tan importante en relativamente tan corto tiempo, es el mejor ejemplo de que cuando uno quiere, puede.
Ustedes quisieron, le apostaron y han podido. Yo creo que el país puede hacer lo mismo, puede seguir el ejemplo de ustedes.
Yo me siento, todos nos sentimos orgullosos de ver sectores como el de ustedes, que aportan tanto a la economía, que aportan tanto al empleo. Yo me crie profesionalmente en otro sector, que también sigue cumpliendo un papel muy importante, que tenía una visión de su conjunto, en el sector cafetero.
Pero el sector cafetero lleva tres generaciones; ustedes llevan muy poco tiempo. Ya se están convirtiendo en un sector realmente importante. Y en ese sentido no nos queda nada diferente a admirarlos y a apoyarlos, apoyarlos como Gobierno.

Y cuando uno tiene oportunidades como esa de desarrollo, hay que aprovecharlas. Y ustedes además, están haciendo algo muy importante, que están desarrollando sectores del país que son sectores que tradicionalmente han sido muy atrasados, donde vive gente o personas consideradas vulnerables, zonas que han sido de conflicto y eso es un motivo adicional de admiración y un motivo adicional para apoyarlos, porque eso es parte del proceso de reconciliar este país.
Y además felicitarlos, porque sé de su permanente interés en la parte ambiental, quien no tenga eso en la mente hoy en día no va a tener futuro, eso se va a acelerar de una forma muy rápida, la concientización ambiental. Muy pronto vamos a ver en todos los productos que exportamos restricciones de tipo ambiental. Por eso es tan importante tener ese parámetro incrustado en todas las decisiones que se tomen.
De manera que, señores palmicultores, los problemas que ustedes tienen –que sé que tienen y tienen bastantes–, pues los podremos ir solucionando, concertando las soluciones. Cuenten con nuestro apoyo en la medida de nuestras posibilidades.
Hay otros sectores, el sector agropecuario que también tiene problemas, los presupuestos son limitados pero lo que nos sobra es buena disposición y buena voluntad. Buena voluntad para que la palma siga construyendo esa prosperidad que estamos viendo en tantos sectores del país, en tantas zonas del país que antes eran unos desiertos, totalmente atrasadas; hoy son centros de creación de prosperidad.
De manera que los felicito por esos 50 años. Tengan la seguridad que en este Gobierno trabajaremos duro para que nuestros hijos dentro de 50 años puedan estar aquí, ojalá en Bucaramanga, celebrando 100 años y viendo una industria y toda la cadena muy próspera para bien de ustedes y para bien de Colombia.
¡Muchas gracias!


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