El término de, “especismo” fue creado por el psicólogo Richard D. Ryder
basado en documentos de la evolución filosófica de los animales.
Entre los interrogantes que han surgido está, si alguna vez se ha preguntado por qué algunos
animales son acariciados y amados como si fueran parte de la familia, mientras
que otros terminan en nuestros platos. Y agrega el documento: En un mundo donde muchos perros y gatos son
tratados como realeza, pero las vacas y pollos quedan en la sombra, surge una
fecha que desafía nuestras creencias más arraigadas: el Día Mundial por el Fin
del Especismo, conmemorado el 26 de agosto.
Maia Marazzo, Coordinadora de Políticas Alimentarias de la organización internacional de protección, Sinergia Animal a nivel Latinoamérica, argumentó: “es una fecha importante para que nos tomemos un momento para reflexionar sobre el trato que damos a los animales.
Maía Marazzo |
Los cimientos de esta revolución conceptual fueron sentados en los años
setenta, cuando el psicólogo Richard D. Ryder le dio nombre al fenómeno
que ahora conocemos como "especismo". Fue Peter Singer, el
filósofo australiano, quien tomó este término y lo llevó al mundo con su
influyente obra "Liberación Animal" en 1975. En el corazón de este
concepto radica el argumento de que todas las criaturas con quienes
compartimos nuestro planeta son merecedoras de nuestra compasión y protección,
sin distinción o entre las especies.
Un Debate que Trasciende a los Animales y la
percepción de su rol
La industria alimenticia está en el centro de este debate: más de 73 mil
millones de animales son muertos todos los años para ser consumidos como carne
o como consecuencia de la producción de leche y huevos.
Los vínculos profundos que forjamos con perros y gatos contrastan con la
cruda realidad que enfrentan las vacas, cerdos y pollos en granjas
industriales. El 26 de agosto nos desafía a enfrentar este doble estándar y a
cuestionar cómo nuestros gustos y preferencias han influido en la jerarquía de
quién merece respeto y quién es simplemente alimento.
“Resulta intrigante que, aunque compartimos rasgos cognitivos y
emocionales con diversas especies, estas diferencias a menudo se traducen en un
trato injusto y desigual. Los cerdos, por ejemplo, son cognitivamente complejos
y comparten muchos rasgos con los animales que consideramos inteligentes, pero
en muchos casos, su destino es diferente: el matadero en lugar del hogar,”
señala Marazzo.
Más Allá de las Percepciones
Las aves y los peces, a menudo relegados a un segundo plano en términos
de empatía, poseen habilidades sorprendentes. Los peces, por ejemplo, no solo
pueden sentir dolor, sino que algunas especies también exhiben destrezas
cognitivas asombrosas, como el reconocimiento de sí mismos. Sin embargo,
nuestras percepciones distorsionadas han llevado a una falta de protección y
consideración para estos seres.
“El hecho de que los no-mamíferos no sean percibidos como adorables
puede hacer que la gente se insensibilice ante su sufrimiento. A pesar de que
tendemos a empatizar menos con las gallinas, por ejemplo, esto no significa que
no tienen la capacidad de sentir y sufrir, todo lo contrario. Y, aun así, en
términos de números, son una de las especies que más sufre en nuestra industria
alimentaria,” alerta la Coordinadora de Políticas Alimentarias de Sinergia
Animal. Además, resalta que estos animales “pasan sus vidas en sistemas crueles
como la producción en batería de jaulas, que les impiden manifestar conductas
normales como extender y batir sus alas, caminar, picotear o anidar, resultando
en frustración severa y sufrimiento significativo”.
El Poder de la Elección y el Cambio
En 2021, el Reino Unido reconoció legalmente a todos los animales
vertebrados como seres sintientes, lo que significa que tienen la capacidad de
experimentar sentimientos positivos y negativos como placer, alegría, dolor y
angustia. Este año, el gobierno británico añadió algunas especies de
invertebrados a la lista, como langostas, pulpos y cangrejos. Poco a poco,
manifestaciones como estas ayudan a asegurar que las necesidades sean
consideradas a la hora de crear políticas públicas. “Mientras el cambio no
llega, es la responsabilidad de cada persona hacer la reflexión y elecciones
más compasivas y justas para todos los individuos con quienes compartimos este
mundo –– animales humanos y no humanos”, asegura Marazzo.
Cuestionar el especismo es una de las razones por las que tantas
personas están adoptando una alimentación sin productos de origen animal en los
últimos años. “En Latinoamérica, Sinergia Animal ha ayudado a más de 93 mil
personas a tomar decisiones más conscientes, al brindar apoyo online de nutricionistas
y recetas sencillas basadas en plantas, de manera totalmente gratuita”
puntualizó la comunicadora Maía Marazzo.
Fuente: Mabel Rocio Castillo
Pineda - Prensa
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