La directora de la Cas, Flor M. Rangel y el gerente de Essa Mauricio Montoya entregan el incentivo a un beneficiario |
San Gil.- A 296 hectáreas,
llega el área protegida de bosques, dentro de un programa que desarrollan desde
2015, en Alianza, la Corporación
Autónoma Regional de Santander (CAS) y la Electrificadora de este departamento, ESSA, dentro de una
cruzada por la protección del medio ambiente.
La última renovación del
proyecto vinculó a otras 16 familias santandereanas del municipio de Eencino een la provincia de
Guanentá. El año pasado el proyecto BanCo2 había recibido familias de lios
municipios de Coromoro, Mogotes, Charalá, Gambita y Mogotes, que en conjunto
velarán por la protección de 296 hectáreas de bosque nativo y 10 nacimientos de
agua que existen en sus terrenos.
Pablo Antonio Giratá es uno de
los 16 nuevos aliados al programa de la
CAS y ESSA, en la protección de los recursos naturales. Él se enteró del
proyecto por casualidad y le llamó la atención que le pagaran por hacer algo
que siempre había hecho: “Yo siempre cuidaba mi montaña. Soy muy celoso con mi
montaña porque de ahí es de donde yo voy a traer el agua para mi casa y ahora
con esta platica pues salí más favorecido”.
A cambio del compromiso de no
talar ni un árbol y proteger sus terrenos, las 16 familias campesinas recibirán
un incentivo mensual que, como explica la directora de la CAS, Flor María
Rangel Guerrero, llegará directamente a sus manos pues. Así lo afirmó la
directora de la Cas, Flor Maríoa Rangel: “este recurso económico que, mes a mes les
trasferimos no es manejado ni por nosotros, ni por la ESSA. Estos recursos son
consignados a través de Bancolombia a las familias".
El proyecto entregará un
incentivo económico a las familias patrocinadas por la ESSA durante tres años,
tiempo en el que también serán capacitados “para que encuentren una manera de
subsistir que no afecte esas hectáreas de bosque, de modo que una vez termine
el convenio puedan aplicar esos nuevos métodos de subsistencia”, aseguró el
gerente de la ESSA, Mauricio Montoya Bozzi.
En esta región de Encino, integrante del Santuario de fauna y Flora de Virolín nace el agua para buena parte de la provincia de Guanentá y Santander |
No es la primera vez que la
Electrificadora de Santander se une a la Corporación en esta cruzada ambiental.
Con la vinculación de estas nuevas familias, la ESSA alcanza un total de 37
familias patrocinadas y 400 hectáreas de bosque protegidas, un resultado
propiciado por el trabajo conjunto según Montoya Bozzi, quien asegura que ha
“encontrado de la CAS y su directora, un apoyo decidido y desinteresado para
caracterizar a las familias que más necesiten el apoyo y realmente quieran
conservar los bosques”.
Por su parte Pablo Antonio
Giratá ya está recibiendo mensualmente 750 mil pesos por cuidar sus terrenos,
un dinero con el cual comprará las puertas, ventanas y estufa que le hacen
falta a la vivienda que aún tiene en obra negra, mejorando así su calidad de
vida, la de su esposa y sus dos hijos a quienes desde ya les está enseñando a
proteger ‘su montaña’.
Fuente: OFICINA DE PRENSA –
CAS
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