Los colombianos terminaremos siendo lastimosamente un país de indigentes
Colombia si bien ha sido un sitio atractivo para la inversión extranjera, por su posición continental, pasará a la historia y quienes se han esforzado por hacerlo trayendo capitales para montar empresas, se desilusionarán muy pronto, gracias al tratamiento cruel que a la clase obrera le vienen dando desde hace 7 años, el gobierno y los dirigentes empresariales.
Hoy cuando la realidad nacional demuestra que más de 20 millones de de nacionales están desesperados en la física pobres y más de 8 millones sumidos en la indigencia, qué le espera a Colombia.
Viendo a tantos nacionales desesperados buscando infructuosamente la subsistencia, no es pesimismo pensar que el poder económico de unos pocos privilegiados esté preparando el peor camino nunca visto en la historia de este país. La situación futura será mucho peor que la violencia de los últimos 50 años. Y la historia nos lo confirmará muy pronto, si las cosas siguen manteniendo trágico ese ritmo.
Es que en Colombia ya comienzan esas oscuras predicciones. O sino cualquier ciudadano puede convencerse viendo y escuchando frente a un televisor en un horario de noticias, cuantos asaltos, cuántos asesinatos, cuántos atracos, cuántos robos, etc etc se cometen a diario y dónde está la llamada seguridad democrática. Esa seguridad no se consigue mientras no haya seguridad alimentaria. Esa seguridad se ha convertido en una teoría y una retórica que ya produce hasta alergia.
Se queja el gobierno rudamente como para hacer creer a su pueblo, que es necesario quitarles salario a los trabajadores para mejorar las finanzas nacionales y robustecer a los empresarios, pero esa gran apariencia no solo está afectando la credibilidad del gobierno, sino que está acabando por parejo a Colombia. En ese camino, el país terminará siendo un núcleo lastimosamente de uno 40 millones de indigentes si no hay un cambio de políticas que le den un respiro a Colombia. Ya los dirigentes obreros, sobre ejemplos de otros países, han demostrado hasta la saciedad que a medida que el pueblo no tiene medios adquisitivos, la producción de la industria se estanca cada día peor hasta quedar convertida en un cementerio de lo que fue el poder productivo de este país. Y todo eso por la miopía y la terquedad de creer que recortándoles el salario a los trabajadores, Colombia sobreviviría. Mentira, Colombia avanza a lo peor.
Lamentablemente sigue ocurriendo en Colombia lo irónico. Votamos por un gobierno dizque para salvar al país, pero no nos damos cuenta que esa aparente calma fue fugaz porque la violencia está volteándose y apareciendo ahora en las ciudades donde está el 70% de la población donde puede ser más trágica.
Y por qué ocurre esto. Sencillamente porque el problema de Colombia es de hambre, de falta de oportunidades, de que le permitan trabajar a todos, que haya comida y techo. Pero, cómo puede haber todo esto, si al trabajador se le niega el salario justo, mientras que unos pocos de adinerados reciben millones y millones, no en préstamo, sino dizque en subsidio, como fue con Agro Ingreso Seguro que ha sido lo más insólito en Colombia ocurrido en gobierno alguno y no pasa nada,… Por ahora esperemos qué resultados hay en los entes de control.
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