Bucaramanga.- El representante del consejo Académico de la Universidad
Industrial de Santander –UIS-, Ricardo Eslava Niño, se ha pronunciado frente a la
polémica decisión de Ecopetrol, de dar
por terminado un convenio de Campo Colorado, situado cerca de San Vicente de
Chucurí, en Santander. El documento dice textualmente:
Campo Escuela Colorado aporta
al desarrollo de la Ciencia y la Soberanía.
En el año 2006 la Universidad
Industrial de Santander firmó un Convenio con Ecopetrol para asumir el Campo
Colorado (campo petrolero abandonado ubicado cerca del municipio de San Vicente
de Chucurí-Santander), que por esa época producía cerca de 20 barriles de
petróleo día en promedio. Con este convenio se daba inició al primer proyecto
que buscaba vincular a la academia en la política de explotación de los
recursos naturales en Colombia.
Al año 2013 los resultados de
Campo Escuela Colorado son los siguientes: Cerca de 3000 estudiantes han
realizado prácticas allí, más de 400 tesis de grado directas, cerca de 2.000
millones de pesos invertidos en proyectos de investigación, ingresos para la
UIS de cerca de 1.000 millones de pesos anuales, el aumento de la producción a cerca de 400
barriles diarios, el impacto positivo en las comunidades cercanas al Proyecto
con el desarrollo de programas de
atención a las comunidades (jornadas de salud, consultorio jurídico, centro de
desarrollo empresarial, promoción y exigibilidad de los derechos humanos,
capacitación en actividades laborales sustitutivas, entre otros), ejemplo para
la industria petrolera del país. Especial mención para los proyectos
adelantados relacionados con la formación y la investigación que tienen
repercusión en la alta competencia académica de los profesionales de la UIS y
en el desarrollo tecnológico; asuntos trascendentales para quienes consideramos
que es viable construir un proyecto de nación soberana que aproveche al máximo
y sin imposiciones sus recursos energéticos.
Desafortunadamente Ecopetrol
ha anunciado la finalización de manera unilateral del Convenio con vigencia
hasta el año 2016. Los argumentos para esta decisión se centran en los
incumplimientos en pagos y proyectos, asunto valientemente refutado por la
dirección de la UIS, que asumió la decisión de no entregar el Campo Escuela
Colorado. Ecopetrol viene ocultando que el aliado tecnológico Weil Group (ahora
Wei Ltda), vinculado al proyecto en el año 2009 fue impuesto por la entonces
dirección de Ecopetrol, a pesar de las observaciones de incumplimiento de
condiciones realizadas por la universidad en esos años. Este, junto al
argumento principal, según el cual para ECOPETROL el convenio con el aliado
establece condiciones de participación en utilidades demasiado leoninas. Es
cierto. En promedio el 60% de la producción queda en manos del tercero. Sin
embargo, Ecopetrol oculta que en la mayoría de contratos petroleros en Colombia
la participación de la nación es incluso menor al 20% en regalías. Ejemplo de
ello es el Campo Cira Infantas donde la OXY paga mucho menos de esa cifra o los
contratos firmados por la ANH a partir del año 2004 donde apenas se alcanza el
1%.
Sin embargo, muchas cosas no
son dichas en la decisión. Lo primero es que Ecopetrol debe asumir la
responsabilidad de haber impuesto el aliado tecnológico y de no haber invertido
en el 2009 los recursos para aumentar la producción. Lo segundo, que no puede
desconocer el aporte académico y científico que ha hecho la UIS, la cual podría
estar involucrada en graves problemas jurídicos con las millonarias demandas
que condenarían a la quiebra a la universidad. Lo tercero, es que la Gerencia
de Campos Menores de Ecopetrol tiene a su cargo cerca de 73 campos petroleros
en todo el país, entre los que se encuentra Campo Escuela Colorado, el único
que tiene un componente académico, ¿porque la necesidad de liquidar este
convenio con esas circunstancias excepcionales? Hay demasiados rumores sobre
clientes potenciales para el Campo Colorado, al cual se le prospecta una
producción de más de 3000 barriles de petróleo diarios, que podría explicarse
con el cambio de naturaleza de Ecopetrol de 100% estatal, a una empresa por
acciones, y el cambio de su objetivo de desarrollo nacional sometido a la
lógica de las utilidades de los accionistas, todo en la lógica de la Locomotora
de Santos.
Proyectos como Campo Escuela
contribuyen a la formación científico-técnica del mejor material humano
calificado en las Ingenierías (hoy profundamente amenazadas por el arribo de
mano de obra extranjera con menor remuneración producto del Libre Comercio y el
anuncio del Gobierno de Santos de la reforma del Estatuto de Migración que
limita al 20% la cantidad de extranjeros en los puestos de trabajo en Colombia
relacionados con la ingeniería); garantiza el acceso a datos sin las cláusulas
de confidencialidad y restricción establecidos para las prácticas e
investigación en la industria de los hidrocarburos, las cuales se vuelven más
estrictas en donde intervienen las multinacionales. Cláusulas que a su vez
restringen los aportes que se hacen desde la universidad para el desarrollo de
la industria o, ¿cuántas tesis se desarrollan con las multinacionales buscando
explicar y dar soluciones a las condiciones de pobreza de los municipios
aledaños a proyectos minero-energéticos? ¿Cuántas investigaciones se realizan
con las multinacionales por las bajas regalías? ¿Cuáles son proyectos de
impacto ambiental serios que busquen resolver inquietudes sobre los reales
efectos en las fuentes hídricas, aire y demás?
Campo Escuela Colorado es la
excepción al modelo extractivista impulsado por el actual gobierno. El elemento
académico es contrario a la política que favorece las inversiones extranjeras
las cuales usurpan de manera descarada nuestros recursos naturales y destruyen
el medio ambiente. Como se ha dicho: el negocio del petróleo es para ellos
rentable siempre y cuando no se respete el ambiente, los trabajadores y las
comunidades. En esa lógica: ¿Sería posible entonces que respetasen la formación
de ingenieros y se privilegiara el probar nuevas herramientas tecnológicas
desarrolladas en los claustros universitarios, aún si es necesario frenar la
producción? No.
Las voces de solidaridad de la
USO, la Asamblea Departamental y de muchos más, entre los que se encuentran los
miles de egresados de la UIS que trabajan o han trabajado en Ecopetrol son la
fuerza que necesitaremos para frenar ese intento de arrebatarle a la UIS de
forma arbitraria el Campo Colorado.
Ecopetrol y el gobierno de Santos debe reconsiderar la decisión. La UIS
debe corregir los errores cometidos y retomar el rumbo de este proyecto
contemplando el aumento de la participación del Estado en las utilidades, el
pago de todas las deudas actuales, respeto a las condiciones laborales,
veeduría permanente y un porcentaje de la producción para proyectos de la
región, distintos a los acuerdos inicialmente pactados. Por ahora, el inicio de
la Mesa de Negociación el próximo miércoles 20 de marzo de 2013 donde los
estudiantes de la UIS nos ganamos el derecho a participar, será otro pulso por
mantener el Campo Escuela Colorado como el primer proyecto orientado a resolver
los problemas principales de nuestro país.
Ricardo Eslava Niño
Representante de los
Estudiante ante el Consejo Académico
Universidad Industrial de
Santander
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