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Alcalde de Floridablanca acata decisiones judiciales

Néstor Fenendo Díaz Barrera
Bucaramanga.- El saliente alcalde de Floridablanca, Néstor Fernando Díaz Barrera, expidió esta tarde un extenso comunicado en el que hace una detallada reseña del proceso judicial que finalizó en el Consejo de Estado con una sentencia en la que se declara la pérdida de investidura como primera autoridad del municipio de Floridablanca, Santander.
El señor Díaz Barrera se refiere al litigio cuando fue elegido diputado, luego su elección como alcalde de Floridablanca  y tras hacer un repaso de su gestión, finalmente se declara respetuoso de las decisiones judiciales. El comunicado completo es el siguiente:
COMUNICADO A LA OPINION PUBLICA
Abril 5 de 2013
Hay momentos en la vida en los que, en el fragor de los acontecimientos, se deben escribir textos que sirvan como constancia histórica cercana a la realidad; esa realidad que, muchas veces, la espectacularidad de las noticias no deja ver con transparencia, máxime cuando lo que está en juego es uno de los pilares de un Estado Social de Derecho, cuál es la democracia.
Estas las motivaciones centrales y a raíz de la decisión adoptada por la Sección Primera del Consejo de Estado respecto de mi elección como diputado de Santander para la vigencia (2007 – 2011) me obligan a emitir este comunicado, en especial a quienes me eligieron como Alcalde del Municipio de Floridablanca, como siempre, dentro del mayor respeto que me inspiran los diferentes actores sociales, con el fin de dejar una trazabilidad para que sea la historia la que juzgue cuando todo haya llegado a su normalidad.
Es indudable que vengo padeciendo un calvario judicial que completa casi seis (6) años de procesos, que comenzó sobre una realidad distintamente interpretada, diversamente valorada e injustamente publicitada: mi padre ejerció, por muchos años, cargo directivo en carrera administrativa, en la Dirección de Impuestos Nacionales de Colombia.
De ahí se colgaron los contradictores políticos, los adversarios generacionales y los malquerientes profesionales, para cuestionar de mil maneras, la supuesta inhabilidad por influencias paternas no probadas, poco documentadas, y esgrimidas, tan solo, en el hipotético mundo de que el actuar ventajoso tuvo que ocurrir por cuanto “quien puede lo más, puede lo menos”.
Fallos judiciales, en distintos sentidos, con valoraciones jurídicas diversas, hube de soportar. Salí victorioso de la demanda electoral sobre nulidad de mi elección como Diputado de Santander (2007-2011), ganada, finalmente, en la Sección Quinta del Consejo de Estado. Obtuve decisión confirmatoria favorable en las varias acciones que contra tal sentencia se interpusieron, en distintas instancias judiciales. La Procuraduría General de la Nación, al final del proceso disciplinario ordinario, por queja expresa de los mismos, me absolvió de los cargos formulados al no encontrar que mi conducta, al inscribirme como candidato a la Corporación Departamental, fuese constitutiva de falta disciplinaria.
Con esas evidencias y antecedentes, contenidos en tres (3) decisiones de las máximas autoridades de la juridicidad Colombiana, sin ninguna tacha en los diferentes entes de control de nuestro Estado Social de Derecho y acatando el clamor colectivo suficiente, me inscribí como candidato a la Alcaldía de Floridablanca (2012-2015) y logré, mediante voto ciudadano directo, primero ganar la consulta interna de mi Partido, el Conservador, y, luego, el triunfo inobjetable en las elecciones del 30 de octubre de 2011, en alianza con el Partido Verde.
El mandato fue claro, contundente y soberano, en los términos del acontecer democrático. Pero los contradictores de siempre, los vencidos en la lucha electoral, que jamás aceptan perder, acudieron a expedientes ya fallados, a situaciones pasadas, a las mismas del supuesto ejercicio de influencias ventajosas del cargo de mi padre, no de ahora, que ya no lo era, si no de antes, solicitando la pérdida de una investidura que ya no tenía, en procura de entorpecer el ejercicio de un Mandato Popular limpio y soberano que continuaré ejerciendo fiel al cumplimiento de las normas constitucionales y legales que nos rigen.
Para ello mis malquerientes se han valido de interpretaciones torticeras, de pasquines inauditos, de anónimos infamantes, firmados por organizaciones inexistentes y ciudadanos fingidos, de presiones innobles y acusaciones mendaces.
Hasta se atrevieron a falsificar la parte resolutiva de un fallo de la Sección Primera del Consejo de Estado, incluidas las firmas de los Honorables Magistrados, en la que daban cuenta de una decisión no tomada, todo con la intención obsesiva y mezquina de impedir la gobernabilidad, creando zozobra ciudadana y desazón pública, situación e irregularidad que denuncié oportunamente a la Fiscalía General de la Nación.
A pesar de la agresiva e infame campaña de desprestigio de mis contradictores camuflados en el anonimato dirigidos sistemáticamente al demérito personal, descrédito institucional y entorpecimiento gubernativo, he venido cumpliendo la ejecución de un plan de desarrollo evaluado por Planeación Nacional como sobresaliente, y con ello destruyendo las ilusiones de unos electores conscientes que confiaron y confían en la ejecución transparente de los recursos públicos, en el cumplimiento de unos programas y unas metas que ellos mismos ayudaron a construir con generosa participación colectiva.
Dentro de los principales logros de este período de están la construcción de un plan de desarrollo con amplia participación ciudadana y la asesoría y acompañamiento de entidades como el PNUD la Cámara de Comercio y la academia, obteniendo reconocimiento de Planeación Nacional como uno de los mejores del país, organización de las finanzas con el cumplimiento de los compromisos pactados, la recuperación de la institucionalidad y la eficiencia administrativa al disminuir hasta en un cincuenta por ciento el número de contratos de prestación de servicios, el rescate de la confianza y la credibilidad de los contribuyentes, hecho reflejado en el pago oportuno de los impuestos, máxime cuando se redujo el predial en un 70% a los estratos 1 y 2; la implementación de todas las prácticas de buen gobierno, transparencia, anticorrupción y gobierno en línea, el fortalecimiento de la atención de desastres y la prevención del riesgo, el inicio de la recuperación del espacio público y la implementación de una verdadera política de movilidad, el trabajo por la seguridad con la instalación de 80 cámaras en sitios públicos y 231 más en instituciones educativas, a la vez ofreciendo posibilidades de convivencia y prevención del delito mediante acuerdos de paz con jóvenes de varios sectores, el impulso de la justicia comunitaria y la resolución pacífica de conflictos, la consolidación de Floridablanca como municipio líder nacional en vacunación, el incremento en cinco mil del número de usuarios del régimen subsidiado, el apoyo a la construcción de la clínica Materno Infantil, la readecuación de instituciones educativas con inversiones cercanas a los 4500 millones de pesos, la entrega de cerca de 3000 computadores para Educar, la certificación de la planta de personal en ciudadanía digital, la consecución en el sector privado de dos canchas sintéticas instaladas en colegios públicos, la entrega al servicio del Centro de Atención Infantil en Zapamanga y la viabilización de uno más para La Cumbre dentro del programa de Cero a Siempre, el rescate del proyecto de Altos de Bellavista para 570 familias, la inclusión del municipio en el programa nacional de las cien mil viviendas, la creación de la oficina del empleo y la firma de convenios con las zonas francas y el Sena para crear opciones de trabajo a los Florideños, el fortalecimiento de los comités de política social para cumplir los compromisos con los adultos mayores, la niñez, las víctimas, la población con discapacidad y demás, la reapertura de la Casa de la Cultura Piedra del Sol con una agenda cultural para Floridablanca que contempla eventos como el Festival Nacional de Duetos Hermanos Martínez, la semana cultural de Floridablanca, el Festival de Música Campesina, las escuelas de formación cultural y artística; el impulso al deporte recreativo y competitivo, las escuelas deportivas, actividades que incluyeron más de cinco mil niños Florideños, olimpíadas del adulto mayor, descentralización de las actividades a todo el municipio, juegos intercolegiados, la adecuación, con recursos privados, del estadio Alvaro Gómez Hurtado como sede de un equipo profesional de fútbol, la gestión de recursos nacionales y departamentales por cerca de 30 mil millones de pesos para la intervención de la malla vial y urbana, la atención de la emergencia ambiental y el impulso de acciones para promover la cultura del reciclaje en la fuente, el apoyo al el gremio de los recicladores, las acciones educativas en los colegios, la consecución de recursos privados para  la construcción de jardines a lo largo de la autopista a Bucaramanga, los acuerdos con las comunidades y las empresas de aseo para el embellecimiento de zonas verdes en varios sectores, el inicio del proceso de revisión del Plan de Ordenamiento Territorial con todas las garantías legales y de participación que exige el ejercicio, la proyección de megaobras que llevarán a Floridablanca a su punto más alto, como El Parque Metropolitano del Parapente, los Intercambiadores El Bosque y Fátima y la reubicación de la Plaza de mercado, entre otros.
En estas circunstancias, ante ustedes, y con el propósito futuro de reiterar una verdad vilipendiada que mis hijos, infantes de tres años, puedan conocer cuando los corrillos de pasillo les cuenten lo contrario, comprendan que instituciones jurídicas tan sagradas como el no juzgamiento dos veces por lo mismo, la cosa juzgada como pilar esencial del debido proceso y de la certidumbre jurídica, valen poco frente a la animadversión, la maledicencia y el afán desmedido de conseguir el poder a como dé lugar.
Y que el principio de que “dura es la ley pero es la ley”, unos lo entendemos como la reverencia y la sumisión a las normas del derecho pero otros como la oportunidad de utilizarlas, con interpretaciones deformadas para sacar ventaja política, eliminar contradictores, truncar ascensos de nuevas generaciones y usufructuar el poder que los ciudadanos democráticamente les niegan en las urnas.
A pesar de todo, a mis escasos 34 años, lleno de ideales y propósitos de servicio y construcción colectiva, sigo confiando en la justicia, a la cual siempre he respetado y cuyas decisiones seguiré acatando sin objeción.
Ante la andanada de injurias y calumnias, que estoy seguro continuarán, por parte de  mis contradictores, solicito desde este momento a los organismos de control la veeduría y seguimiento especial a todas las actuaciones que como gobernante he venido y continuaré ejecutando en cumplimiento del mandato popular que ostento, actuaciones que están y estarán regidas por nuestra Constitución Política, la ley y por supuesto, las decisiones judiciales, hasta agotar el uso de todas las herramientas y mecanismos que esa misma ley me confiera como ciudadano dentro del principio fundamental del debido proceso y del derecho de defensa. 
Con consideración y respeto,
NÉSTOR FERNANDO DÍAZ BARRERA
          Alcalde de Floridablanca
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