Entrada destacada

Superservicios en evaluación a los grupos empresariales

Bogotá D.C, 16 de abril de 2024. – Una mesa técnica de trabajo alrededor del mejoramiento del servicio de aseo. presidió el Superintendente ...

Mostrando las entradas con la etiqueta denuncian. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta denuncian. Mostrar todas las entradas

sábado, 26 de abril de 2014

Denuncian incumplimiento en planes de vivienda social

Jorge Enrique Robledo, Bogotá, abril 25 de 2014
En todos los países se construyen viviendas subsidiadas por el Estado. En Colombia ello ocurre desde el BCH (1932) y el ICT (1939). Dichos subsidios obedecen a que muchos no tienen con qué comprar casas o apartamentos que carezcan de aportes oficiales gratuitos, recursos que también sirven para promover los negocios de la construcción –tierras, materiales, capital financiero, constructores. Y son políticamente muy eficaces porque aparentemente prueban lo mucho que quieren a los pobres los mismos responsables de su pobreza: “Ustedes no saben que promovemos los TLC –por ejemplo–, pero sí saben el nombre del partido y el número que hay que marcar a cambio de darles o prometerles una casita”. El truco clientelista del anzuelo y la carnada. Luego es una viveza presentar como si fueran una gran cosa las viviendas con subsidios, cuando ello es apenas tan obvio como que el Estado, con los impuestos de las clases bajas y medias que son las que los pagan casi todos, gaste en salud, educación y vías. Son los detalles, entonces, lo que hay que evaluarle al plan de las cien mil viviendas gratis de la reelección.
Lo primero es señalar que la política de vivienda aprobada en el Plan Nacional de Desarrollo no es la de las cien mil gratuitas, proyecto que Santos solo le presenta al país en abril de 2012, ¡veinte meses después de empezada su administración! ¡Improvisaron con un gasto de cuatro billones de pesos! Y lo hicieron cuando las cifras demostraban que Santos no cumpliría su primera promesa.
Pocos colombianos además saben que con el pretexto de las casas gratis se aprobó a las volandas la Ley 1537 de 2012, cuyo verdadero fin fue modificar de fondo el negocio de la vivienda subsidiada. En adelante, los recursos públicos para estos proyectos tienen que pagarle peaje al capital financiero –a través de las fiducias–, como ocurre con los cuatro billones de pesos de las viviendas gratuitas, que hoy alegran al primer banquero del país. Y la ley también impuso concentrar en las mayores empresas constructoras este negocio, al exigirles financiar las construcciones. No es casual, por tanto, que sólo 13 empresas se hayan quedado con los contratos de la mitad de las viviendas gratuitas. Otra jugada pro monopolio en el sector, como la que prohibió los anticipos.
Como tenía que ocurrir en este gobierno, Santos y Vargas Lleras recorrieron el país prometiendo que entregarían las cien mil viviendas en 2013 (http://bit.ly/1nHojxd), mentira que dijeron a sabiendas porque en el Documento Conpes 3740 de 2013, ellos mismos establecieron que se entregarían así: 12.000 en 2012, 35.000 en 2013; 28.000 en 2014 y 25.000 en 2015. Y cuando un boletín de mi oficina informó que no se cumpliría la promesa pública de Santos y Vargas, luego de que el Ministerio de Vivienda me certificara que apenas llevaban 10.353 a noviembre pasado, hay que ver la grosera matonería en contra mía del ministro Luis Felipe Henao, así como su dedicación a encubrir a sus patrones.
El 12 de diciembre, poco después de certificar las escasas 10.353, Henao logró que Portafolio le titulara que en 2013 “entregaría” en total cuarenta mil viviendas gratis, cifra que el ministro no pudo demostrarme en carta del 23 de diciembre (https://db.tt/HdpUyVrx), y de todas maneras inferior en 60 por ciento a lo prometido. Ante tan burda manipulación, le solicité a Fidubogotá, la empresa del Grupo Aval que intermedia los cuatro billones de pesos de este gran negocio, que me certificara cuántas viviendas les había pagado contra entrega a 31 de diciembre a las empresas constructoras. Y ahí empezó la que puede ser la peor parte de esta historia.
Porque ya van cuatro meses (escribo el 24 de abril) en los que Fidubogotá y el ministro Henao se niegan a entregarme la información, con lo que sabotean el trabajo de un senador que cumple con su deber de hacerle control político a las cifras de un gobierno al que la Constitución le ordena informar oportuna y verazmente, dentro del respeto a la moralidad administrativa. Y el tapen-tapen ha ido más allá: Fidubogotá –con la complicidad del ministro de Vivienda– se ha negado a enviar los informes mensuales y el semestral sobre el desenvolvimiento del conjunto del negocio de los cuatro billones. Es obvio que si el intermediario financiero y el ministro no están en condiciones de informar cada detalle de cómo gastan una suma enorme de recursos públicos, deben renunciar al contrato y al cargo, porque su indignidad los inhabilita para esas funciones.  Fuente: Prensa del senador Robledo
--

martes, 22 de marzo de 2011

También denuncia sobrecostos en medicamentos, la Federación médica

Esta es DigiRadiocom de Colombia, desde Bucaramanga para el mundo; editor: Bernardo Socha Acosta
Jorge Enrique Robledo
BOGOTÁ.- El debate en el senado debe hacerse. Otros dos billones de pesos de sobrecostos, dice la Federación Médica. Estos se suman a los $825 mil millones señalados por la Universidad Nacional y a los $ 600 mil millones de pesos que decidió no recuperar la Supersalud.

Las EPS privadas incurren en exagerados sobrecostos en los medicamentos que recetan a sus pacientes, denunció la Federación Médica Colombiana. La suma, siempre a cargo de los usuarios, podría ascender a más de dos billones de pesos entre 2007 y 2009.

Según Sergio Isaza, presidente de la Federación Médica, se pudo establecer que “en un solo medicamento, el Riruximab, utilizado en tratamientos contra el cáncer”, las EPS privadas se lo recobraron al Ministerio de la Protección Social con sobrecostos de más de 70.000 millones de pesos. Y en drogas para diabetes, en un solo año, se comprobaron sobrevaloraciones por 15.000 millones de pesos.

La Federación Médica ha documentado y denunciado oportunamente estos hallazgos, pero ni la Supersalud ni ningún otro organismo del gobierno ha tomado medidas contundentes para detener el desangre. Esta denuncia se suma a lo encontrado por la Universidad Nacional de Colombia sobre los sobreprecios en medicamentos por 825 mil millones de pesos de Saludcoop, Cafésalud y Cruz Blanca y la decisión de la Supersalud de no recuperar otros 600 mil millones de pesos del sistema de salud convertidos en patrimonio privado de Saludcoop.
El senador Robledo explicó que estos hechos se deben al carácter de la Ley 100, a que el gobierno no audita como es debido a las EPS, a la integración vertical de las EPS con hospitales y compañías comercializadoras de medicamentos y a la política de libertad de los precios de los medicamentos que permite a las multinacionales cobrarlos al precio que quieran.

El senador Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático, espera que el martes 22 de marzo la plenaria del Senado, controlada por las mayorías santistas, apruebe la citación a debate sobre estos temas al ministro de la Protección Social, Mauricio Santamaría.

Fuente: Oficina de Prensa
Senador - Jorge Enrique Robledo
Bogotá, 21 de marzo de 2011.
--

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...